Este es uno de los conceptos más controvertidos y confusos en lo que concierne a la técnica vocal. Algunos hemos aprendido a “sacar panza” al inspirar, otros a “entrar la panza”, otros a “sacar hacia los costados”, etc.
Como quien dice, “a cada maestrito su librito”. En general, el alumno de canto no tiene idea del por qué de esos movimientos que le son indicados, y simplemente adquiere un automatismo a través de una práctica. Por supuesto, muchas veces al cambiar de profesor, cambia la indicación, cambia la práctica… A veces realmente pareciera que hay que empezar todo de cero nuevamente, y el cantante siente confusión. Cuál es la mejor técnica?...
Algo que me parece sabio de aplicar, en la vida como en el canto, es que nuestro maestro máximo debemos ser nosotros mismos. Por más famoso que sea el docente de canto, o por más reconocida que sea la técnica que estemos aprendiendo, si el cuerpo dice “Stop”, si sentimos dolor o incomodidad, si algo no nos convence, debemos escucharnos a nosotros mismos. Una técnica no puede ir en contra de uno mismo. Al fin y al cabo, cómo se puede encarar una actividad, sea esta hobby o peor, profesión, si nos pone en situación de tensión, si nos causa desagrado físico, si nos demanda un esfuerzo tan tremendo? Cantar debe ser placentero, sino cómo sostener horas de práctica y ensayos? Cómo querer seguir cantando si duele todo después de un rato o después de una clase, si cantar es asociado con conceptos como “empujar”, “sostener”, “forzar”?...
Entonces qué hacer?
En lo personal, como cantante he pasado por varios profesores y técnicas distintas y hasta totalmente opuestas en sus principios básicos. Creo que lo más importante es intentar ir hacia una información más objetiva sobre la cuestión. En este caso, se trata del cuerpo, vayamos a la anatomía.
En el caso del diafragma, más allá de toda decisión en cuanto técnica que podamos tomar, lo mejor será al menos tener en cuenta estas premisas:
1) El diafragma es un músculo plano, redondeado, en forma de cúpula. Separa lo que es el espacio torácico, donde se encuentran las costillas y los pulmones, o sea nuestro sistema respiratorio, del espacio abdominal donde se encuentran las vísceras, es decir el conjunto de los órganos blandos del aparato digestivo.
O sea, primera conclusión: cuando uno “manda el aire a la panza” o “saca panza”, está refiriéndose al espacio abdominal, situado por debajo del diafragma, el cual no tiene absolutamente ningún papel en la respiración. Se trata solamente de una imagen que usan los profesores de canto para intentar que el alumno use la parte más baja de sus pulmones, que es también la más ancha (los pulmones tienen forma de pirámide). La imagen habilita el uso de la parte más voluminosa de los pulmones y la inspiración así guiada será más profunda y utilizará mayor espacio. Pero ojo, no se respira “con la panza”. El desplazamiento aparente de la pared abdominal hacia delante es una mera consecuencia del descenso del diafragma. Al ser blandos los órganos y tejidos contenidos en esa cavidad, salen hacia fuera.
2) 2) El movimiento del diafragma es inconciente. Se trata de un músculo sobre el que uno no ejerce control, y que funciona como el corazón, de manera rítmica e involuntaria. Aquellos que hablan de respiración costo-diafragmática solo están haciendo una redundancia: la respiración siempre es costal (existe un movimiento de las costillas) y siempre es diafragmática. De hecho, el diafragma es el motor de la respiración. Es su movimiento el que permite la ampliación de la caja torácica y de los pulmones contenidos en su interior, que a su vez producen un vacío para que el aire entre en su interior. Segunda conclusión: no hay distintos tipos de respiración, sino distintos volúmenes de aire. Sencillamente puedo tomar menos o más aire, pero el sistema siempre es el mismo.
3) 3) En nuestro cuerpo, los músculos están relacionados entre sí, y con los huesos. Somos un sistema funcional, es decir que cada parte funciona dentro de un sistema, no es independiente, a la vez que cumple determinados papeles para que el conjunto del sistema pueda funcionar correctamente. La relación entre los músculos crea cadenas musculares que funcionaran de determinado modo según cuál sea el objetivo del movimiento a realizar. Generalizando, podemos considerar que la mayoría de los músculos tienen, al menos, dos posibilidades de movimiento, tensión o relajación.
En el caso del diafragma, los movimientos que habilitan su contracción (empuje hacia abajo) son los que permiten, básicamente, movimientos relacionados con el “pujo”: defecar, parir, empujar un objeto lejos de sí, etc. Me gustaría que, más allá de toda explicación técnica, cualquiera que lea esto se pusiera a probar cantar mientras está en el baño o empuja un objeto con fuerza. Verá lo incómodo que se está, la cantidad enorme de fuerza utilizada para producir un sonido que sin duda saldrá tenso, que contrae todos los músculos del cuello, entre ellos la laringe. Es que la contracción del diafragma provoca entre otras cosas, la subida de la laringe, el cierre del diámetro faríngeo y de las bandas ventriculares que son las “falsas cuerdas vocales”, unos ligamentos situados por encima de las cuerdas. Evidentemente la tensión provocada por este movimiento y la presión de aire generada en los pulmones que llega a las cuerdas vocales es enorme. Demasiado. Las cuerdas se tensan demasiado, se pueden fatigar, dar lugar a hiatos, etc.
En cambio, podemos probar el otro movimiento: qué tal cantar haciendo equilibrio? Por ejemplo, parándose en una pierna? La voz tal vez suene rara del desconcierto, pero hay algún impedimento al hacerlo? Cómo es la presión de aire? El movimiento del diafragma necesario para sostener el equilibrio, es el mismo que hacemos al inspirar, y es el mismo que permite descender la laringe y cerrar las cuerdas vocales. Tercera conclusión: la “puja” del diafragma jamás favorecerá la emisión vocal, y sí desencadenará compensaciones de otros músculos y partes del cuerpo que se verán sobre exigidas. Mantener el diafragma hacia abajo, en posición de inspiración, sí, pero sin empujar. Cómo es posible? Sosteniendo el equilibrio, permitiendo la flexibilidad del diafragma a través del movimiento, desarrollando la capacidad inspiratoria, y dejando que solito el diafragma vuelva a su lugar de reposo en la exhalación.
Cuarta conclusión: cuánto menos intervengamos en este hermoso e irrepetible sistema que es el cuerpo humano, cuánto más cerca estemos de su naturaleza y lo respetemos en sus procesos, mejor funcionará, estaremos más en armonía con él, y por ende con nosotros mismos. Cantar se convertirá entonces en sinónimo de bienestar y favorecerá el equilibrio corporal.
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