La terapia del canto de Alberto Kuselman

En el año 1982, el Psicólogo, cantante, músico y compositor, Alberto Kuselman; da a conocer la Terapia del Canto. A partir del concepto de que el cuerpo humano “es un instrumento de cuerdas y viento capaces de fluir libremente con nuestra voz, el canto limpia la mente al detener el incesante diálogo interior y nos “despierta” cuando estamos “dormidos” detrás de pensamientos repetidos”.

Mayormente, la música utilizada está basada en el sonido de los Andes, con sus sikus, bombo, charango, quena, guitarra, diversos instrumentos de percusión; que conforman una Mágica manifestación musical donde las letras de las composiciones de Kuselman, buscan ayudar al practicante a su liberación emocional a través del canto, no solamente para intentar solucionar diversos problemas anímicos sino para prevenirlos. Es importante destacar que el plano físico también se ve beneficiado porque el sólo hecho de tener que respirar de manera diferente a la que ordinariamente nos hemos habituado, genera mayor desarrollo pulmonar, por el aumento de la oxigenación que a su vez “nutre” el cerebro. Así, el sistema nervioso es mejor cuidado.
Luego de una sesión de Terapia del Canto sumada a otros recursos energéticos del Yoga, el alumno siente su cuerpo más “liviano”, su mente mucho más calma, ganas de continuar viviendo de mejor manera, y otras vivencias que bien podría decir, entran en el terreno de la expansión de la Conciencia Espiritual.

Estas experiencias lógicamente, más allá de lo que pueda comentar al respecto, se podrán apreciar cuando hayamos practicado este natural sistema de autoayuda. Quizá no estemos, por diversas circunstancias de la vida, en condiciones de comprometernos con alguna escuela filosófica espiritual que implicaría mayor tiempo de dedicación; pero sí es posible que dediquemos un tiempo diario a respirar junto a sonidos armonizadores, vocalizar de modo de generar nuestra propia música, expresar corporalmente esos sonidos donde el Inti Sol y la Pachamama, Padre sol y Madre Tierra (Shiva - Shakti), nos recuerdan que tenemos muchísimo en común con nuestros antepasados quienes manifestaban total respeto por la Naturaleza en todas sus manifestaciones. Realmente, y no creo equivocarme, ellos fueron los primeros ecologistas. De hecho que la música cantada y danzada siempre ha sido parte esencial de sus costumbres.

Fuente: www.terapiadelalma.com.ar

Habla Renata Parussel

Son muchos los métodos y técnicas de enseñanza del canto. Yo misma he tenido doce profesores y cada uno de ellos me enseñó formas de organizar mi sistema fonoarticulatorio para el canto, casi todas diferentes y muchas de ellas en contradicción con las otras. Lo que tenían en común era el accionismo, el “debes hacer esto para que obtengas como resultado lo otro”.

Si hoy día cuento con casi veinte años de experiencia pedagógica sobre las bases del método Rabine, es porque estoy convencida de que el accionismo es una daga de doble filo, que corta muchas gargantas. Solo la búsqueda personal y la humildad ante el maravilloso don del canto, permiten un crecimiento y un desarrollo, más allá de la edad y de las condiciones de cada persona.

El método Rabine propone por un lado, al profesor que se ha tomado el trabajo de conocer profundamente la función vocal, el sistema articulatorio y sus vinculaciones directas o indirectas con la musculatura del cuerpo. Por otro lado, al alumno que, llevado por su maestro, aprende a conocer sus posibilidades vocales y musicales, las desarrolla y las hace crecer en un proceso cuya calidad y tempo le son, en todo momento, acordes a su personalidad, sus objetivos y su ritmo de vida.

Estamos describiendo así, una diada de mutuo respeto, de diálogo y consulta constante. La alegría por cada progreso y cada acto musical es compartida, como así también la responsabilidad del crecimiento. El alumno ejercita aquello que descubre dentro de su clase y que considera valioso.

El maestro de canto que decide ocuparse de la anatomía y fisiología del aparato fonoarticulatorio, así como también de la musculatura corporal, encuentra en los libros modernos la “anatomía funcional”, síntesis que lo acerca directamente al tema de interés.

No es suficiente nombrar los huesos, cartílagos y músculos, para entender cómo funciona y cómo está suspendida la laringe: es necesario conocer su interjuego e imaginarse su movimiento, para poderlo asociar luego, a lo que se escucha como sonido vocal.

Por otra parte, el maestro percibe al mismo tiempo una impresión postural y psíquica de su alumno.
La complejidad es enorme pero al mismo tiempo, apasionante. No es necesario abarcar todo al mismo tiempo, pero se aprende a mantener los temas no tratados “en el visor”, hasta que les toque su turno.

Existen jerarquías y prioridades, que son una guía para el maestro:

1, - El bienestar y la acción de cantar sin molestias ni dolores.

2 - La óptima función vocal para el estado diario, la eficiencia vocal como meta.

3 - La óptima energía al servicio del canto, sin fuentes de contracción compulsiva.

4 - La energía vocal depende también de la energía psíquica y su estado diario.

5 - La acción de cantar es siempre un acto musical, en cada ejercicio.

Renata Parussel, 
licenciada en Musicoterapia y profesora del Método Rabine.


Fuente: www.cverios.com


Recomendación de lectura: "Querido maestro, querido alumno", Renata Parussel, GCC Ediciones. 

El método funcional de la voz (método Rabine)

El método funcional de la voz surge en los 70 en Alemania como resultado del trabajo del Prof. Rabine en colaboración con el Prof. Peter Jacoby, y consta de cuatro partes íntimamente relacionadas:

Una teoría sobre la función vocal

Una teoría sobre formas de aprendizaje

Un método pedagógico desarrollado sobre las dos teorías anteriores

Un entrenamiento vocal también desarrollado sobre las dos teorías

A través de una investigación científica en la que por un lado se reunió material bibliográfico relacionado con la investigación laringológica y de la pedagogía del canto, se llegó a la conclusión de que los métodos de enseñanza del canto prácticamente no tenían en cuenta los descubrimientos laringológicos de los últimos cincuenta años, y que dichos métodos utilizaban imágenes que no coincidían con los requisitos funcionales del sistema fonatorio.
Por otro lado, se realizaron mediciones bioeléctricas durante el canto y se trazaron curvas de evolución de los alumnos de canto de la escuela Superior de Música de Colonia durante un período de tres semestres. Esto corroboró la hipótesis de que existen técnicas de canto de gran esfuerzo muscular, que no resultan beneficiosas ni para el alumno en formación ni para el cantante profesional.

Renata Parussel es maestra de canto y músico terapeuta argentina residente en Alemania.
Enseña el método e integra el grupo de profesores VOICE. Según su opinión, "el canto es el producto de la coordinación de nuestro aparato fonatorio, respiratorio, locomotor y postural con todos los otros aspectos que nos definen como seres humanos. Visto de este modo, no puede transformarse en una actividad rígida ni estereotipada, pues el cantante debe adaptarse diariamente a su condición física, a su salud, a su estado psíquico y comunicativo."

Esto, que a primera vista aparece como una dificultad, es uno de los aspectos más apasionantes del canto. Este método, al propiciar el conocimiento de las bases anatómicas y fisiológicas del acto de cantar por parte del cantante, estimula la creatividad y la búsqueda de su identidad como artista. En lugar de intentar imitar lo que hace el maestro, el cantante comprende qué le sucede a él mismo, y puede así encontrar las imágenes o ejercicios que va necesitando a cada momento. Esto demanda a su vez una posición mucho más atenta y flexible por parte del maestro, quien no puede quedarse aferrado a una consigna que le sirvió en determinada ocasión, intentando imponerla a toda costa, aunque ésta no resulte útil para esa persona en ese momento.
El cantante debe aprender a utilizar en forma diferenciada los músculos específicos de la fonación que son tres: laterales, vocal y músculo cricotiroideo (ct.) Éstos se hallan rodeados e influenciados por decenas de músculos no específicos del canto, pero capaces de ejercer influencia sobre su producción. Tal es el caso de los músculos de la mímica, deglución, masticación y postura, quienes pueden formar cadenas musculares funcionales con casi todos los músculos del cuerpo. Estas cadenas son el fruto de modelos motrices automatizados, y algunas de ellas son antifuncionales, pero se vuelven necesarias en los cantantes cuyo aparato respiratorio y fonatorio no funcionan equilibradamente (por ejemplo, ir a las puntas de los pies para cantar notas agudas, o arrugar la frente para lograr determinados pianísimos).

Las consecuencias de una fonación que utiliza cadenas de compensación son la fatiga, el dolor físico y el desgaste prematuro de la función vocal. También se ha observado una calcificación prematura de los cartílagos vocales, y un decrecimiento de la eficiencia vocal.
"Cuando hay que colocar un tornillo, podemos atornillar con un cuchillo si sólo se colocan unos pocos tornillos, el cuchillo no sufrirá demasiado, y estos serán colocados de manera aceptable. En las acciones habituales y repetitivas, es esencial preservar la herramienta. Si un cuchillo se usa para colocar un gran número de tornillos, se convierte en inutilizable como cuchillo y como destornillador. En el organismo vivo, la herramienta debe mejorar con el uso, de otro modo la ejecución de la acción perfecta sólo es posible durante un corto tiempo", dice M. Feldenkrais*.

El método Rabine comparte con el método feldenkrais entre otras cosas, la idea de que se debe utilizar el mínimo de energía requerida para cada acción, de modo que la práctica mejore el instrumento ( en este caso el cuerpo humano) en lugar de agotarlo o deteriorarlo.
Uno de los objetivos del cantante es el crecimiento y la coordinación de los músculos respiratorios, fonatorios y articulatorios. Este método parte de la base de que todos los músculos del cuerpo están relacionados entre sí, de modo que sólo es posible lograr el crecimiento coordinado de un pequeño grupo si todos los músculos restantes quedan involucrados en el proceso de crecimiento.

Ejercicios con una barra de gimnasia, o con fisiobalones, o simplemente caminando, balanceando una pierna hacia delante y hacia atrás, o levantando cómodamente los brazos mientras se emiten las distintas vocalizaciones, irán aportando distinta información al alumno acerca de cómo funcionan su distintos sistemas. Así junto al maestro irán develando los misterios de su propia voz, encontrando en el mapa de su cuerpo las claves para diferenciar e integrar todos los aspectos de su canto.



Fuente: http://www.luciernaga-clap.com.ar/articulosrevistas/28_rabine.htm